EL QUIJOTE: IV CENTENARIO (1)



En 1605 Miguel de Cervantes publicó El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La novela tuvo tanto éxito que pronto surgieron imitadores, no sabemos bien si movidos por la envidia, el deseo de venganza personal, o cualquier otro deleznable móvil, que, violando los derechos intelectuales del autor, escribieron por su cuenta una prolongación espuria de la obra cervantina. La producción literaria de Alonso Fernández de Avellaneda es la más célebre de tales mistificaciones. El fraude, aparte de desatar la comprensible indignación, tuvo sin embargo una virtualidad de capital trascendencia pues, disipando ciertas dudas, convenció definitivamente al legítimo padre literario de don Quijote para tomar una decisión fundamental. Nos referimos a la publicación de un segundo libro en el que continuarían las andanzas del caballero manchego; una nueva entrega de aventuras que se prolongarían hasta su derrota final, en las playas de Barcelona, y, ya lúcido y sabio pero con la salud quebrantada, posterior fallecimiento. Esta segunda parte de El Quijote, para muchos entendidos superior incluso a la primera en calidad literaria y profundidad humanista, halló la luz en 1615. 

Joan Gonper, El Quijote del IV Cenenario
Así pues, se colige fácilmente que entre el año 2005 y el 2015 se ha cerrado el ciclo que conmemora el cuarto centenario de este acontecimiento tan sustantivo en el mundo de las letras. Baste recordar al respecto que El Quijote se considera la primera novela moderna, amén de una obra cumbre en la historia de la literatura universal. 

El evento impulsó, lógicamente, un amplísimo repertorio de iniciativas para festejar semejante acontecimiento: exposiciones, homenajes, congresos científicos y el desarrollo de múltiples proyectos, tanto de investigación como divulgación, que se han ido sucediendo en estos diez años. Baste ponderar al respecto la excelencia de estas dos muestras. En primer lugar, el amplio repertorio editado por el grupo de música antigua Orphenica Lyra sobre las melodías que se oían en la España del siglo XVI y XVII.


En segundo término, la recopilación que viene realizando el Centro de Estudios Cervantinos, a través del Banco de Imágenes de El Quijote, sobre las ilustraciones que, desde los prístinos orígenes, han acompañado a las numerosas publicaciones de la obra literaria.

El equipo de la biblioteca ha considerado pertinente aprovechar la utilidad  didáctica de algunos de ellos pues no cabe duda que albergan un potencial pedagógico incuestionable. Extender semejante iniciativa a todo lo producido en la fructífera década hubiera sido demasiado arduo, por no decir imposible.  Por ello iniciamos aquí una serie de entradas en el blog, consecutivamente numeradas, que hemos englobado bajo el título de “El Quijote: Cuarto Centenario”. En cada una de ellas se introducirán los enlaces para acceder a los recursos antes sugeridos; también a otros, ya sean anteriores a los actos conmemorativos, e incluso alguna que otra modesta aportación elaborada por nuestro propio equipo. Nuestro deseo es que toda la comunidad educativa del centro los aproveche y encuentre ellos utilidad y disfrute.

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